domingo, 25 de marzo de 2012


Luca Pacioli: el padre de la contabilidad



Luca Pacioli fue un célebre fraile franciscano y un prestigioso matemático nacido en Sansepolcro entre 1445 y 1447 y fallecido en el mismo pueblo entre 1514 y 1517. Fue considerado como uno de los precursores del cálculo de probabilidades y fundamentalmente realizador de grandes aportes a la organización y sistematización de la contabilidad.




Ingresó muy joven a la orden religiosa de San Francisco y hay historiadores que piensan que esto se debió no tanto a su vocación de monje sino más bien a que estando dentro de un monasterio podría tener acceso a los libros y a la educación que había deseado toda su vida. Después de completar sus estudios teológicos y ser ordenado fraile franciscano, entre 1470 y 1477, Luca Pacioli, conocido también como Lucas de Burgo, empezó su carrera enseñando matemáticas en varias ciudades italianas. Entre 1477 y 1480 da lecciones de aritmética en la Universidad de Perugia, de las que escribe un tratado para uso de sus estudiantes. Después entre los años 1481 y 1489 enseña sucesivamente en Zara (Yugolavia), que pertenecía entonces a la república de Venecia, Nápoles y Roma.
Su principal obra, la Summa de arithmetica, proportioni et proportionalita, se imprime en Venecia el año 1494 y puede considerarse como la primera enciclopedia de matemática pura y aplicada. En 1497 aparece uno de los episodios más interesantes de la vida de Pacioli, es invitado a la corte de Ludovico Sforza, duque de Milán, para enseñar matemáticas. Allí conoce a Leonardo da Vinci, del que se hace amigo y comparten experiencias. Leonardo ilustra con delicadeza la otra de las grandes obras de Luca, De divina proportione. Pocos maestros pueden vanagloriarse de haber tenido un artista de la fuerza y genio de Leonardo para ilustrar sus libros. Todo un lujo. Pacioli reside tres años en Milán, hasta 1499 cuando entran las tropas francesas. Se marcha entonces a Florencia, donde explica los Elementos de Euclides y después aritmética en la Universidad de Bolonia. Pasa el resto de su vida entre estas ciudades, Venecia y su ciudad natal Sansepolcro.
Pacioli publicó una traducción al latín de los Elementos de Euclides en 1509. Otra de sus obras que no llegó a publicar De viribus quantitatis, es una larga colección de problemas recreativos aritméticos y geométricos, proverbios, juegos y adivinanzas de todo tipo. Escribió también una traducción al italiano de los Elementos de Euclides, un librito de ajedrez, y varios textos de aritmética práctica y comercial. 
Luca Pacioli no puede considerarse un gran matemático creador, pero su gran mérito consiste en exponer los temas con vivacidad y escribir en lengua vulgar, haciendo más asequibles los conocimientos a todo el mundo. Junto con sus argumentos matemáticos nos cuenta episodios de su vida, anécdotas y preceptos morales, no en vano era fraile, por ejemplo compara los tres segmentos que aparecen en la sección áurea con la Santísima Trinidad. En resumen, Luca Pacioli, en la Summa, nos muestra como las matemáticas pueden ser utilizadas en el comercio, en la vida diaria y en el reparto de los bienes. En la Divina proportione prueba que la matemática está íntimamente ligada a la belleza y a la simetría. Mientras que en otros escritos, como en De viribus quantitatis, muestra que la
matemática puede ser incluso divertida. 





Dentro de su libro “Tractus XI- Particularis de computis et scripturis” publicado en el año 1942, dedicó 36 capítulos al tratado de cuentas de contabilidad usando la partida doble con lo cual se da inicio a lo que hoy se conoce como la Contabilidad Moderna. Es por esta razón que se lo conoce como el “padre de la contabilidad”, aunque este método ha sido empleado en tiempos anteriores a su primera publicación.
En su obra Luca Pacioli aconseja el uso de cuatro libros: Inventario y Balances, Borrador o Comprobante, Diario y Mayor. Los cuales aun se utilizan hoy en dia. En cuanto al método de la partida doble, define las reglas principio matemático de dicho método.
  1. No hay deudor sin acreedor.
  2. La suma que se adeuda a una o varias cuentas ha de ser igual a lo que se abona.
  3. Todo el que recibe debe a la persona que da o entrega.
  4. Todo valor que ingresa es deudor y todo valor que sale es acreedor
  5. Toda pérdida es deudora y toda ganancia acreedora.
  6. El saldo representa el valor de la cuenta y se obtiene de la diferencia entre el debe y el haber, pudiendo resultar saldo deudor o acreedor.

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